MEDIDAS ANTIMOSQUITOS

Es una enfermedad infecciosa causada por un virus y transmitida por mosquitos del género Aedes. Más de la mitad de la población mundial vive en zonas de riesgo. La prevención incluye controlar el vector, evitar las picaduras con mosquiteras, repelentes y ropa adecuada, además del uso de vacunas en poblaciones seleccionadas. Estas medidas son fundamentales para reducir el riesgo de infección.

Reducir la exposición evitando los lugares y momentos donde se sabe que los mosquitos son más activos.
a. Evitar la exposición desde el atardecer hasta el amanecer.
b. Donde la transmisión sea estacional, la máxima intensidad sucede durante la estación lluviosa e inmediatamente después.

Utilizar ropa apropiada (manga larga, amplia y de color claro).

Alojamientos protegidos con mosquiteras (tratadas con permetrina o sin tratar).

Dormir en habitaciones climatizadas con aire acondicionado (si es posible) y con las ventanas protegidas con mallas antimosquitos impregnadas en permetrina alrededor de la cama – malla inferior a 15 mm.

Uso de repelentes:
Cubrir bien todas las partes expuestas de la piel.
Aplicarlos en las manos primero, frotarlas y después aplicar una fina capa en la cara.
Evitar el contacto con ojos y mucosas, no aplicarlos en las manos de los niños.
No usarlos sobre piel irritada o sobre eccemas.
No inhalar las formulas en aerosol.
Esperar unos 20 minutos para aplicarlos después de poner el protector solar ¡Siempre después!

El uso de vacunas frente al dengue es una herramienta clave para prevenir la enfermedad y reducir su impacto en comunidades de riesgo. Complementan las medidas tradicionales de control del mosquito y protección contra picaduras, contribuyendo de manera significativa a la lucha contra esta enfermedad transmitida por vectores.